lunes, 7 de enero de 2008

A mi mentor


Aquí estoy escribiendo las primeras letras para mi propio blog. Desde luego hay un culpable de todo esto y a él voy a dedicar mis primeros renglones.


Yo soy una incondicional de su blog desde hace tiempo, no nos conocíamos, no hablábamos casi nunca, pero en esas escasas ocasiones en las que compartíamos unas letras por messenger o una conversación por teléfono me quedaba con las ganas de acercarme algo más a esa persona que resultaba morbosa, ingeniosa y admirable.


Había algo que frenaba la curiosidad por encontrarme con él, su mente traviesa que no deja de pensar en situaciones morbosas, sus ganas de sorprender, de provocar...No sabía como podía terminar una cita con alguien que despierta deseo, morbo y sabe llevarte a su terreno sin que te des cuenta de que actúas a su voluntad.


Llegó el momento de conocernos, la excusa fue preparar una pequeña travesura a un amigo y él iba a ser mi cómplice
De mutuo acuerdo, decidimos que la noche debía transcurrir sin planes ni sorpresas.
Desde luego no tuvo planear nada, él fue la mayor sorpresa de la noche.
Esperaba un chico simpático y agradable, pero también un pícaro al que tendría que parar los pies en algún momento.

Nada más lejos de la realidad, hablamos de nuestras experiencias, deseos y fantasías, tampoco faltaron las risas y mucho menos las sutiles provocaciones que poco a poco se convirtieron en un juego de seducción que él llevó a su terreno y más tarde a su blog.



Surgió entre nosotros una sorprendente complicidad que nos ofreció la posibilidad de disfrutar distintas aventuras y situaciones morbosas y excitantes. Mientras la idea del blog iba creciendo en mí hasta encontrarme escribiendo estas líneas.


Me gusta ser observada, deseada, el morbo, la sensualidad, el erotismo, ideas atrevidas que consigan estimular la imaginación. Es posible que este sea el destino del blog, un cóctel destinado a seducir, a provocar... Lo que es seguro es que será impredecible, como yo.