jueves, 23 de julio de 2009

Y mañana?



Entro en el Messenger y después de mucho tiempo le veo conectado.

- Hola!
- Hola, qué sorpresa!
- Llevo unos días acordándome de ti.
- Y eso?

Empezaba una conversación que hacía casi un año que no teníamos. Siempre quedaba una llamada pendiente, un mensaje sin responder o una cita sin concretar para poder vernos.

- Te llamo, vale? El msn me gusta cada vez menos.

Busque su último mensaje y utilice el número para llamar.

- Qué tal?
- Bien!
- Te pasa algo? Tienes una voz…
- Bueno, sí. Estoy de baja por un accidente que tuve esquiando.

Me puso al día de los pormenores y entre risas quitamos hierro al asunto ya que todo estaba más o menos bien.

La conversación se alargaba y tras largo rato manteniendo la compostura pasamos de la cordialidad a la picardía y de la picardía a las segundas intenciones.

Estábamos hablando de vernos en ese mismo momento, pero alargándose la charla como lo estaba haciendo decidimos dejarlo para el día siguiente.

Cada palabra empezaba a tener una connotación sexual, cada vez más evidente y cada vez con una intención más clara, que no quedase sólo en palabras.

Empezamos a dejar caer qué haríamos al vernos, qué nos gustaría hacer, y realmente, aunque no de una manera contundente, cuál era nuestro deseo.

Creo que pasamos más de una hora charlando y ya estábamos lo suficientemente calientes como para no querer dejarlo ahí.

- Quieres que te mande unas fotos? Hace mucho que no me ves!
- Vale, pásamelas por el Messenger.

Colgué el teléfono quería enviarle las fotos y dejar el resto para el día siguiente.

Busqué algunas fotos y se las pasé. Sólo tenía una intención, que esas fotos provocaran el deseo en ese momento, que no se enfriase la excitación que sabía que tenía, que se dejase llevar por su imaginación viendo las fotos y que sus pensamientos fueran para mí hasta que su placer explotase siendo yo la culpable de ello, aún en la distancia.

Se lo dije claramente, escribí:

- Me pone a cien que se masturben pensando en mí, con mis fotos, imaginándose que me tienen al lado y que están haciendo conmigo lo que se quieran.
- Dime algo para que piense en ello, algo que tú quieras que yo sepa de ti.
- A veces consigues…
- Calentarme. Dije
- Pues entonces…Viendo lo que veo ahora…Creo que la cosa se va a calentar de verdad, de hecho se está calentando.
- Imagino unas piernas largas abriéndose, pero me gusta imaginar que estás hablando por teléfono.

Intentaba que lo dejase ahí, no pretendía llevarme un calentón para nada.

- Quiero que me lo cuentas mañana, con detalles. Dije zanjando la conversación de Messenger.

Pero él hizo caso omiso y siguió a lo suyo.

- Pues no he podido evitarlo y mientras hablabas por teléfono, he tenido que ver si estabas cachonda. Y…sí, lo estás!
Quiero que dejes el teléfono con el manos libres y que nos oigan gemir.
Ella es una chica, si notas que no le gusta lo que esta oyendo o te lo dice la invitas a que venga

- No quiero que esté. Además, prefiero un chico.

En ese momento me delaté, él sabía que yo había empezado a jugar con lo que también sabía cual era el grado de excitación que tenía.

- Mientras tu mano recorre mi cuerpo y me manoseas de manera obscena. Yo se lo voy contando, le digo cómo me excitas.

Él me dice que soy una zorra y te invita a que me folles como merezco.
Nos escucha disfrutar unos segundos y cuelgo después de decirle:

- Ya te contaré mañana!

Te miro, deseándote y te susurro:

- Ahora quiero saborearte a ti, lamerte entero sin tocar tu erección, sólo quiero rozarte de forma casual.
- Desde la pierna, pasando mi lengua, subiendo hasta las ingles si tocarte, paso mis labios por tus abdominales bien marcadas, llego hasta tus pezones, doy pequeños mordiscos en uno de ellos mientras con la otra mano pellizco el otro. Tú das un respingo, sufres, quieres más…
- Mi mano recorre tu cuerpo, ahora provoco algunos roces que te excitan, te ponen a cien y ya no puedes más.

- Paro?
- Ni se te ocurra.
- Sí, voy a parar. Porque ahora imagínate que me levanto a llenar mi copa de vino, sólo para tenerte así, sufriendo.

Paro de escribir unos segundos y continúo:

- Cuando vuelvo me pongo de rodillas, abro tus piernas.
- Quiero tener tu polla dura en mi boca, quiero que me mires mientras mi lengua la recorre, quiero que te arquees, que tu cabeza se eche hacia atrás y te retuerzas de placer, quiero que tus gemidos suban de tono con cada recorrido que mi boca hace en tu erección, quiero que me sujetes la cabeza para que siga el ritmo que quieres marcar, quiero que te vuelvas loco y me lo digas.

- Te lo digo. Me vuelves loco.
- Y quiero que cuando no puedas más también me lo digas.
- Para poder parar y que me mires queriéndome asesinar.
- Pues para, porque, sinceramente, no puedo más. Sabes lo que quiero??

Esta vez yo no hice caso y no paré, sólo lo justo para que tomase aire.
Aproveché su pregunta para continuar.

- que me suba encima de ti y me penetre sin contemplaciones, que me mueva salvaje.
- Exacto!! Me escribe él
- Me muevo salvaje porque hace tiempo que deseo este momento, porque quería tenerte dentro.
- Deja que te agarre por las caderas y me mueva contigo. Interviene él.
- Quiero jadear, disfrutar y volverme loca. Quiero que me pongas a cuatro patas y me folles.
- Gime! Ahora dímelo tú! Que te vuelvo loca
- Me vuelves loca. Quiero mássssss
- Te gusta? Esto es lo que querías??
- Síiiiiii, Mira cómo me tienes!!!
- Querías verte así? Verte dominada?
- Noooo, déjame! No quiero que hagas lo que quieras.
- No quieres que me quite, no quieres separarte. Sólo quieres que no pare. Me pides que no pare.
- Sí, quiero que sigas!!
- De repente, sin saberlo, sin sospecharlo, notas que te lleno totalmente y me pides que no pare. Dirás que lo haga otra vez. Yo saldré, quiero hacerte sufrir, luego entraré cuando quiera. Toma! Dime que te gusta! Dímelo!!!
- Cabrón!!!!! Escribí, mientras en mi cabeza realmente oía el grito como si fuese real
- Sí, Dilo!!
- Me estás utilizando a tu antojo!!!
- Te gusta, reconócelo. Tú me utilizaste antes a mí.
- Sí, me gusta, pero no quiero que sigas.


Le rompí los esquemas, lo intuía.

- Dime por qué.
- Por que quiero dejar algo para…la imaginación. Nos lo contamos mañana.
- Pues ya sabes lo que tienes que hacer y nos lo contamos mañana. Aunque….yo prefiero no contarlo y ver cómo termina.
- Pues voy a coger aire y seguir en mi cama, imaginándote.
- Y dónde quieres que yo acabe? Pregunta él
- Eso lo dejo a tu elección, mañana ya decido yo.
- Ok, pues mañana me cuentas.
- Una cosa! Que sepas que a partir de este momento ya no somos amigos.
- Y eso porque? Me dice.
- Por que ahora sólo tengo un interés meramente sexual por ti.
- Entonces ya no puedo volver atrás?
- Tú no quieres volver atrás!!! Respondí.
- Podría estar en tu casa en un rato.
- No rompas este momento. Me encanta dejarlo así, mañana estaré pensando todo el día en ti y preparando nuestro reencuentro. Ha sido un placer llamarte.
- Lo mismo digo, hasta mañana.


Así ha terminado nuestra conversación por msn, algo que empezó de una manera inocente y que aún no sabemos cómo terminará, aunque el día de mañana promete y mucho.